El universo interior de Rodrigo Cortés es extraño. Si ya en Buried nos enterró junto su protagonista durante casi 2 horas en medio de la nada y salimos, mayoritariamente, encantados tras la experiencia, algo parecido nos pasa con esta nueva Luces Rojas (Red lights). Ahora da un paso más y nos pide que acompañemos en las aventuras de una parapsicóloga y su ayudante en su día a día de desenmascarar videntes y farsantes varios.
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| Rodrigo no es hermano de Brandon Lee |
El director español es otro más de tantos que demuestra poseer ADN ganador y, si además cuenta con una madurita espléndida como Sigourney Weaver y un Robert De Niro que de vez en cuando nos recuerda que sigue siendo un actor con los huevos muy gordos, podemos sentirnos bien orgullosos de que se trate de una producción nacional.
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| Sigourney vuelve para cazarte |
Nota: 6,5
Lo mejor: Rodrigo Cortés no se la pega.
Lo peor: La sensación de que podría ser mucho mejor.
Como siempre recomendamos asistir a su proyección, en los Multicines La Vailet, la mejor calidad precio que se puede encontrar actualmente en salas de cine.
No es una película perfecta pero sí es una película recomendable. Si alguien me pidiese la receta para conseguir algo lo más cercano posible yo -inconsciente de mí- le recomendaría los siguientes ingredientes para su elaboración:
- 175 gramos de La profecía (1976)
- 1 capacidad de liderazgo de Sigourney Weaver
- 1 estado camaleónico de Robert De Niro
- 250 gramos de El sexto sentido (1999)
- 1 ambiente de suspense setentero
- 250 gramos de El protegido (2000)
- 500 gramos de Uri Geller
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